viernes, diciembre 15, 2006

Bachar al-Asad

Hijo del ex presidente Hafez al-Asad, Bachar nació el 11 de septiembre de 1965, fue el tercero de cinco hermanos.

En un principio Bachar no mostró interés en la política, ni en la milicia. Estudió en la Escuela Franco-Árabe al- Huria de Damasco y posteriormente inició la carrera de Medicina en la Universidad de Damasco y se especializó en Oftalmología.

La carrera de Medicina la ejerció algún tiempo en el Hospital Militar Tishrin de Damasco y en un lugar no especificado de Londres.

Sin embargo, su carrera política se inicio el 21 de enero de 1994 cuando Basel, su hermano y sucesor a la presidencia de Siria, falleció en un accidente de tráfico.

Ante esto su padre lo nombró sucesor de la presidencia, por lo que en febrero de 1994 Bachar tuvo que dejar la ciudad de Damasco y volver a Siria para comenzar una acelerada instrucción militar y política en el partido gobernante, el Baaz.

Bachar necesitaba adquirir respeto y mando dentro de el cuerpo militar así que pasó en un abrir y cerrar de ojos de capitán del cuerpo médico a teniente de carros y posteriormente comandante de división en el cuerpo de élite de la Guardia Republicana.

En 1996 ejerció el control, junto con un equipo restringido de oficiales alauís -sectarios shiíes, de los servicios de seguridad policiales y paramilitares del Baaz.

Así, Bachar fue creciendo de manera impresionante dentro del Ejército, llegando en 1999 a ser coronel.

Poco a poco fue introduciéndose en las actividades políticas del país, apareciendo en carteles junto a Hazaf; sustituyó a su padre en reuniones con presidentes y ministros; se entrevistó con el presidente de Francia Jacques Chirac, al tiempo que los medios de comunicación, servidores del Estado, divulgaban la figura del hijo sucesor y lo describían como un hombre educado, cortés y buen parlante del árabe, francés e inglés.

Bachar formuló campañas contra la corrupción, que le dieron enorme popularidad.

Para la población joven, la figura de Bachar resultaba eminentemente atractiva por su perfil occidentalizado; que trajo consigo gustos por la música pop, sobre todo del cantante Phil Collins.

Así transcurrieron los méritos por ganarse el respeto de su país sirio; hasta que el 10 de junio de 2000 su padre Hafez al-Asad falleció a los 69 años, tras 30 años de poder absoluto.

Bachar fue nombrado al día siguiente candidato a la presidencia.

Mientras tomaba la presidencia Abd al-Halim Khaddam, vicepresidente primero de la República, tomó las funciones de jefe del Estado y nombró a Bashar comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.

El 20 de junio del 2000, el IX Congreso del Mando Regional (Sirio) del Baaz le eligió su secretario general.

Para el 27 de junio la Asamblea Popular aprobó por unanimidad la nominación presidencial. Pero no fue sino hasta el 17 de junio cuanto prestó juramente como presidente de la República Siria.

Tras el inicio de un régimen heredado de la dictadura y el monopolio del Baaz, Bashar comenzó por consolidarse antes de tomar medidas de liberalización política.

Ya en el poder Bachar mostró visiones diferentes a su padre y ello se vio cuando el 27 de agosto en las elecciones legislativas, los candidatos partidarios de la reducción o desaparición de la presencia militar siria en Líbano cosecharon espectaculares victorias sobre los candidatos gubernamentales.

Para los últimos meses de 2000 y los primeros de 2001 Bachar contradijo su eslogan de “cambio a través de la continuidad”, pues el 15 de noviembre fueron excarcelados 600 presos políticos y el 19 de noviembre un decreto presidencial clausuró la prisión de Mazzeh, el más terrible centro de detención del país.

Luego, el 20 de enero de 2001 el Gobierno de Bachar aprobó una reforma financiera que puso fin a un monopolio estatal de cuatro décadas; se crearon bancos privados con participación paritaria de particulares sirios; dio entrada a la inversión extranjera, a la creación de una bolsa de valores y a un reajuste menos artificial del tipo de cambio con respecto al dólar.

Pese a todos estos cambios el estado de emergencia, que amparó las restricciones a los derechos y libertades de los individuos, levantado desde 1963 no fue de momento levantado.

Tras la atribución de la muerte del ex primer ministro libanés Rafik Hariri a los servicio de inteligencia sirios, el gobierno de Bashar al-Asad se ha encontrado bajo fuerte presión internacional, lo que obligo al mandatario a ordenar el regreso de sus tropas estacionadas en Líbano.

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