miércoles, agosto 14, 2013

Leonardo Dicaprio

us fans lo comparan con el mítico James Dean. Desde su triunfo en Titanic, los críticos le llaman el unsinkable (el insumergible), a pesar de morir ahogado y congelado en la película más taquillera de la historia (de momento). Sus detractores le consideran un mocoso sin músculos, sin barba y un negado para la interpretación, por lo que le dedican muchos bits en Internet, por decirlo finamente. Pero lo cierto es que Leonardo Wilhelm DiCaprio, un apuesto chaval de origen italiano y alemán que nunca ha estudiado interpretación, es conocido en todo el mundo como Leo. Sus inicios fueron rápidos y contundentes. Siempre estuvo bajo la supervisión de una mamá que le administraba las finanzas y un papá que se leía los guiones y sopesaba las ofertas. A los cinco años empezó a andar ante la cámara, seguro de sí mismo, con una treintena de spots de TV y la aparición en varias series: "Los Problemas Crecen", donde la estrella era Kirk Cameron, "Santa Barbara" o "La Nueva Lassie". Antes de conseguir su primer papel en un largometraje de calidad, "This Boy's Life" (1993), tuvo que currárselo y vencer a 400 jóvenes promesas que se presentaron. Desde entonces, ha ido arrebatando al resto de estrellas en potencia interesantes papeles secundarios. Esto le ha permitido mamar directamente de grandes actores: Robert de Niro, Meryl Streep, John Malkovich, Jeremy Irons y Woody Allen (en "Celebrity"). Ahora es su nombre el que va en letras grandes en todos los carteles. DiCaprio, más o menos como hizo River Phoenix antes de morir atragantado de drogas, ha demostrado sus dotes de actor metiéndose en papeles de cierta profundidad. El más destacado es el de niño deficiente mental en "¿A quién ama Gilbert Grape?" (junto a Johnny Depp), que le valió una nominación al Oscar como mejor actor secundario. Tampoco se queda corto en su interpretación del pasado yonqui del poeta, jugador de básquet y rockero Jim Carroll en "The Basketball Diaries". Ni cuando se mete en la piel del gran poeta francés Rimbaud, que vivió una aventura homosexual con su maestro Verlaine, como muestra la película "Total Eclipse". Leo también se ha sentido atraído por los guiones con regustillo histórico. "Romeo y Julieta" versión moderna fue la película que le lanzó a la fama, y "Titanic" la que le valió una nominación a los Globo de Oro y le consagró. El resultado de toda esta astucia, que tan bien reflejan sus arqueadas cejas, ha sido un currículum vitae de lujo bordado en pocos años, una legión de millones de admiradoras, una novia top model (la brasileña Gisele Bundchen) y una montaña de billetes: por protagonizar "La playa" cobró 20 millones de dólares. No contaba con que la instalación del set de rodaje de esta película levantara la ira de los ecologistas tailandeses de las islas Phi Phi. Pero a Leo, que está grabando en Italia "Gangs of New York", no le pilla por sorpresa nadie: el chico tiene su propia fundación ecologista. Incluso a la hora de cuidar su imagen pública -salvo contadas reyertas en algunas fiestas- hace todo un papelón.

Angelina Jolie

Tiene un cuerpo de modelo pero no es de cristal. Al contrario: tiene muy mala leche, como mínimo en la pantalla, donde la hemos visto vomitar las peores palabrotas y matar a balazos. Sus labios ardientes, el tatoo de su hombro con la palabra muerte en japonés, sus extravagancias al casarse vestida de cuero negro, una colección personal de cuchillos y puñales, sus interpretaciones de "bad girl" loca y antisocial no son sólo parte de una imagen pública. Angelina Jolie es la niña excéntrica y dura de la meca del cine. De todas maneras, la Lara Croft de carne y hueso no salió de las cloacas, ni mucho menos. Su papá se llama Jon Voight y es el actor que ganó el Oscar en 1978 por "El regreso". Pero durante su época de mayor rebeldía y crisis existencial, Angelina renegó de sus raíces y se borró el apellido: se lo quería currar ella sola. Aunque sus primeras películas fueron un poco bodrios comerciales casi de serie B, siempre ha tenido claro que es mejor actuar que tomar apuntes en clase de interpretación. Por eso aparece en cinco cortos que hizo su hermano mientras estudiaba cine. Ella empezó con once años, en el Instituto de Teatro Lee Strasberg, pero ya se había estrenado en el cine a los cinco, junto a su padre. Luego estuvo en la New York University. Antes de meterse en serio en el cine, con 16 años ya era una modelo profesional que se movía entre Londres y París, y había protagonizado diversos videoclips de los Rolling Stones, Meat Loaf, Lenny Kravitz o Lemonheads. Primero aparece en "Cyborg II", una versión baratilla de "Terminator" que sólo llegó a los videoclubs. Pero su primera actuación remarcable fue en "Hackers", una historia sobre piratas informáticos de esas con gráficos de ordenador que ahora nos parecen ridículos. De allí nació su fama y su primer matrimonio, a los veinte años, con su compañero de reparto John Lee Miller, que sería un yonky en "Trainspotting". El matrimonio se fue al garete al año y guión y vida se empiezan a mezclar en papeles, sobretodo, de chica con carácter: adolescente rebelde ("Foxfire"), drogadicta ("Without Evidence") y puta ("Playing God"). Sin embargo, el primer reconocimiento oficial le viene por un papel en la película de televisión "George Wallace", sobre la vida de un político de Alabama que es asesinado. Es su primer Globo de Oro, a Mejor Actriz Secundaria, y una nominación a los Premios Emmy. El segundo Globo de Oro sí que le llega por un papel dramático. Su interpretación de la modelo Gia Carangi, que muere muy joven de Sida, le vale un Globo de Oro a Mejor Actriz. A continuación hace la película donde conoce a su actual marido, el actor y director, Billy Bob Thornton y a partir de allí sólo historias fabricadas en los grandes estudios, con carteles enormes con su nombre junto al de otras megastrellas de Hollywood... como ella. En el 2000 otra vez un papel que le va como anillo al dedo, una internada en un hospital psiquiátrico, la corona de gloria en "Inocencia Interrumpida". Los del mundillo dicen que desde el primer cásting se vió que Angelina tenía carácter, que su presencia hace que sobreviva con dignidad en películas bastante malillas y que es capaz de arrancar protagonismo a los actores principales desde un rol secundario. Precisamente así consigue el Oscar en esta película: brillando más que Winona Ryder.