Guillermo Ochoa
La historia del portero Guillermo Ochoa es muy peculiar. Aún no tiene 20 años y ya dejó de ser una promesa, o incluso quizá nunca llegó a serlo debido a que ante una lesión del guardameta Adolfo Ríos, recibe la oportunidad para ser el portero del primer equipo de las Águilas del América, cumpliendo con la responsabilidad a la perfección.
Sus rasgos aún de adolescente denotaban cierta inseguridad cuando el 15 de febrero de 2004 saltó a la cancha del Estadio Azteca para marcar el inicio de su historia como futbolista profesional en el máximo circuito del balompié mexicano. Ese día fue su debut ante Monterrey y su presentación como una esperanza bajo la portería.
Y aunque su experiencia todavía es un tanto limitada, él ya sabe lo que es disputar un torneo internacional, pues durante 2004 defendió el arco americanista en varios partidos de la Copa Libertadores.
Las recompensas a tan buenas actuaciones le traerían frutos pronto a este joven arquero, pues el interés por parte de Ricardo La Volpe, técnico de la selección mexicana no se hizo esperar y le dio a Ochoa su primera oportunidad de formar parte de un combinado nacional la ser convocado al equipo Sub-23 que representó a México en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 aunque no jugó.
Su debut con la selección mayor fue el 14 de diciembre de 2005 en partido amistoso contra Hungría, jugó el segundo tiempo siendo esos los únicos minutos que participó antes de ser convocado al equipo para el Mundial Alemania 2006.
Al ser tercer portero con el Tri en Alemania 2006, Ochoa debió ver desde la banca los cuatro partidos que se disputaron.
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